viernes, 9 de agosto de 2013

CAPITULO 15.

No puede ser. No. No puede haber desaparecido, así por que sí. Tiene que haber alguna pista, en algún lugar donde... mi padre o Amalia no lo viesen, por si acaso a mi se me olvidaba.
Ah, claro. Se me olvidaba. La habitación de Pablo. Ahí seguro. Si. Mi padre nunca entraría allí, tal vez por miedo a estropearla. O tal vez...  le recordaría a él. Pero, no entraría. Así que seguro que Hugo dejó algo allí.
Así que me dirigí a su habitación. La abrí con cuidado. Su olor. El de mi hermano. Aún permanecía ahí. Entonces otra vez el aire frio recorriendo mi cuerpo, no me gustaba esa sensación, pero era mi hermano, supongo que era la única manera que teníamos de conectar. Se sentó sobre la cama.

-Como echo de menos tumbarme sobre esta cama y descansar...
-Por favor... Pablo, dime que ha dejado algo aquí.
-Acercate a la cama.

Así lo hice. Y ahi estaba. Una carta, con el titulo: "PARA MI NIÑATA" La abrí. Y empecé a leer.
"No te enfades. No llores. No me odies. Lo hago por ti. Y solo por ti. Si no vuelvo, que te quede claro que te quiero. Tal vez, cuando hayas encontrado esto, yo ya no esté a tu lado, y tal vez ya hayas descubierto que no está mi padre en el hospital, eso no es lo importante. Aquella llamada... Marcos. Él. Me dijo que nos teniamos que ver las caras, de lo contrario algo malo te pasaría. Y no. No puedo permitir que te vayas. No, eres mia. Allí donde yo esté, AHORA, seguiras siendo mia. Tal vez nunca vuelva. O tal vez un dia te sorprenda. Pero... que te quede claro, niñata, te quiero."

No pude evitar llorar. ¿Donde esta Hugo? Joder. Por tonta. No puede estar... no. No. ¡No!

Enseguida cerré la puerta. Bajé las escaleras y me fui a casa de Marcos. Pero en la puerta... ahí solo estaba la policia. Los padres de Marcos lloraban. Pude escuchar un poco de la conversación. El policia comentaba: "Lo sentimos, ha amanecido esta mañana el cadaver, junto a él habia otro joven, todavía no identificado..."
No joder. Dime que no es él. Por favor. Necesito que alguien me diga que no es él. No. No. No.
En cuanto la policia subió al coche yo me dirigí a comisaría. Tenía que saber si era o no él. Era mi oportunidad. El saber si él sigue vivo... o... no joder. No puedo decirlo. No. No puedo por que no es real. Joder. Solo ha pasado una semana desde lo de mi hermano, no puedo haberlo perdido a él también. Es imposible.

Llegué a comisaría. Y hablé con quien necesité, hasta que al final aceptaron que lo viese.
Entré en esa sala fría.
Daba miedo.
O asco.
O tal vez... escalofrío.
Y entonces lo hicieron, sacaron aquel cadáver, y lo destaparon.
Oh dios. Es horrible. Está lleno de barro. Y sangre. Es asqueroso. Pero esa... esa es la ropa con la que Hugo salió de casa... joder. No. No puede ser. No.
Pedí que lavasen la cara, tenía que reconocerlo.
Y así hicieron.
Por suerte, no era él.
Pero... eso me llevaba a preguntar, ¿Dónde está? ¿Por que quiere que piensen que el otro es él? ¿Quien es el otro?
Le pedí si me dejaban cinco minutos para despedirme del cadaver. Y así fue. Lo aceptaron.
Busqué por los bolsillos. Sabia que Hugo me habia dejado algo.
Al fin lo encontré. Y lo desenvolví.
Empecé a leerlo. Pero, no entendía nada.

"Gq nuug ugfk iequhk ieu gujzg ieu ugfkb vqvk, fu vuk ul nz ugfzxqkl un mqgmk wqz ieu fu vzg z Znqxzlfu, FU IEQUHK."

No se que quiere decir. Solo se que está vivo.
Me fui a casa. Me senté sobre el escritorio y comencé a investigar.
Tengo miedo de que no le vuelva a ver...

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