lunes, 5 de agosto de 2013

CAPITULO 10.

Bajé corriendo, tenía muy claro que quería hacer, y como.
Lo vi ahí, tan guapo, como siempre, estaba sentado en la silla, con la cabeza baja, era como que lamentaba algo. En cuanto me vió aparecer corriendo se levantó y sonrió. Seguí corriendo, hasta llegar a él, y salté a sus brazos.

-Entonces... ¿eso quiere decir que?
-Juntos donde sea.
-Te quiero.

Nos besamos. Me tiró sobre el sofá, tenía muy claro que quería hacer. Y yo no se si quería. No me atrevo, mi primera vez, asi de repente. No. No podía ser. Él. Yo, ahora. No me lo creo. Me estaba desabrochando los pantalones mientras me besaba en el cuello. Justo entonces sonó el timbre.
Los dos nos miramos fijamente y sonreímos a la vez. Las pizzas ya habian llegado. Se levantó, se abrochó el cinturón y abrió la puerta. Pagó las pizzas, y las puso sobre le mesa. Luego me miró, y vino hacia mí, me besó, y me empujó hacia el sofá.

-¿Dónde lo habíamos dejado?
-Ay, ahora no tengo ganas. Vamos a cenar.

Me levanté y se quedó a mis espaldas mirándome. Lo notaba, creo que me estaba mirando con cara de enfado. Así que me giré y le miré a los ojos.

-¿Que pasa?
-Niñata.
-Joder... ya empiezas, ¿que pasa? ah, claro, que si no se hace lo que tu dices, te enfadas. Tu, ni me quieres ni mierdas, tu lo que querías era follar. Ya te has reído de mi. Ya has conseguido enamorarme, y romperme el corazón. ¿Ya eres feliz?
-No es lo que tu piensas.
-Ya claro.

Me di media vuelta, y me fui a mi habitación, si, siempre me voy ahí, es como mi rincón de pensar. Si, ahi es como que me siento protegida, de toda la mierda que hay por ahí fuera. Sabía que nada de esto podía ser verdad, sabía que él no me quería, y aún así quise apostar por él. Natalia, eso te pasa por tonta.
Entonces, otra vez esa aparición. Mi hermano. Igual vestido. Con la misma sonrisa. Natalia, te estás volviendo loca, enserio, o eso, o es que tu hermano es un ángel guardián. Tu Ángel Guardián. Vi como se sentaba a mi lado.

-Soy tonta.
-No. No podías saber lo que pensaba.
-Pero tú si, joder, yo se que tu puedes.
-Pero, tienes que ser tu quien cometes tus propios errores, no puedo evitar que te hagan daño, por que si no te haces daño, por ti misma, no aprendes.
-Me han roto el corazón, y tu podías haberlo evitado.
-No podía. Ya lo entenderas. Ya entenderas, que por mas que quieras, nunca podrás proteger a quien quieras, cuando quieras. A veces, la mejor forma de aprender, es a base de golpes...

Justo entonces sonó la puerta. Era él. Hugo. Solo podía ser él. Yo estaba llorando. No quería que me viese. Pablo, ya no estaba allí conmigo, él, su espíritu, su fantasma, o su aparición, como se diga, había desaparecido.

-¿Que quieres? Joder, déjame en paz.
-La cena se enfria.
-¡MÉTETE LA PUTA CENA POR TU CULO, DESGRACIADO! -Me salió del alma.
-Voy a entrar.
-No.
-Si.

Después de ese "Si" entró. Y se sentó en el borde de la cama. Notó que estaba llorando. Y me acarició la pierna. Di una patada y enseguida retiró la mano. Y apoyó su brazo sobre mi pierna.

-Escuchame. No es lo que piensas. Es la primera vez que alguien me planta cara, que me grita, que me dice las cosas claras, que me hace putadas, y es que en estos dias juntos... joder  entiendeme, no es fácil, es la primera vez que me enamoro. Y joder, toda mi vida me he acostumbrado a ser yo quien manda, y que ahora, llegues tu, revolucionando mi mundo, pues hace que a veces me comporte como un idiota.
-Pues si "te he revolucionado" tu mundo, es simple, dejame en paz.
-No puedo, por que ahora mi mundo, eres tú.

No puede ser. No puede hablar enserio, vamos Hugo, estás de coña, esto es una puta broma tuya, otra vez, ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario