miércoles, 14 de agosto de 2013

CAPITULO 19.

Contestó Hugo. Algo preocupado.

-Niñata, ¿Eres tu?
-Si. Hugo, mi padre me ha prohibido verte, y me ha adelantado el viaje... salgo mañana...
-Pero eso no puede ser, ¡Joder!
-¿Hugo?

Colgó sin decir nada. Algo tiene pensado, lo se. Pero no se el que.
Bajé a la cocina, me hice una ensalada y me la comí en la habitación.
Al rato sonó mi movil, era un numero oculto.

-¿Si?
-Princesa, soy Edu, me ha dicho Hugo que te espera en diez minutos, donde hicieron la fiesta del Delfín.
-Edu... gracias por todo lo que haces.
-Las princesas lo merecen todo.

Colgué, me arreglé, y fui donde me dijo. Ahí estaba él. Tan guapo. Eran las 20:00. Él iba con traje y corbata, y yo... con unos shorts, y una camiseta de tirantes, conjutado con unas VANS.
No me dijo que me arreglase.
Me acerqué y le abracé.

-Te quiero. -Le dije besandole.
-Estas guapisima. Como siempre.
-No seas tonto, mirate a ti, y mirame a mi.
-Queria estar guapo para ti. Tu lo estas con cualquier cosa.
-Mentiroso.
-Verdaderoso.
-Tonto.
-Pero me quieres.
-Mucho. ¿Y tu me quieres?
-Te amo.

Tenia miedo a esa palabra. "Te amo". Suena a... cosas de mayores, no estoy preparada para esa palabra. Es muy grande para lo pequeños que somos. Pero aun asi he sentido un cosquilleo por dentro, algo... no se, como cosquillitas en el estomago. Nunca me habia pasado. Tal vez esta vez si que me haya enamorado.
De repente mientras le miraba fijamente a los ojos empezó a llover. Nosotros corrimos, estábamos al lado de la estación, asi que buscamos cobijo allí abajo. Lluvia de verano. Que bonita es. Hugo debió de notar que tenía frio, así que se quitó si chaqueta del traje y me la puso por encima. Vi como se iba al baño, y yo me quedé donde estava. No iba a acompañarlo. De pronto salió con otra ropa, y una maleta.
Se me acerca y me besa.

-Queria despedirme. Decirte que te quiero. Me buscan y no te puedo arrastrar detras mia. Si me cogen, te cogeran a ti. Y no. No puedo, siento haberte preguntado si te querias venir. Era egoismo. Pero despues de mucho pensarlo, he descubierto que no te puedo implicar eb mis estupideces. Oye niñata, mi tren sale en media hora, cuando me vaya, ni se te ocurra llorar, de aqui a un tiempo, volveré. Por ti. Pero tengo que despiestar a la policia. O si no... no quiero ni pensarlo. Te quiero, mi niña. -Me besó y la frente y se dio media vuelta.
-¡No! No pienso dejar que te vayas. Que me dejes aqui sola. O en Alicante, me da igual, pero no puedo permitir que tú, esa persona que me cambió la vida, se vaya, lejos de mi, y no le vuelva a ver en... a saber cuanto tiempo. Dejame irme contigo.

Se me acercó y me abrazó.
Después nos separamos y se me quedó mirando a los ojos. Sin darme si quiera un si o un no.
Me besó.

Lo siento, por escribir poco, pero llevo unos dias, que entre deberes, y que se acerca MCA no puedo pensar mucho, ya en septiembre seguire igual que siempre. Escribiendo mas y eso. Lo siento.

CAPITULO 18.

Al despertarme no estaba Hugo.
Me levanté y le busqué por la casa. No hubo suerte. No estaba.
Pero si estaba Edu, asi que me senté a su lado. Y me puse a hablar con él.

-Buenos dias.
-Buenos dias prin... Natalia.
-¿Donde esta Hugo?
-Se ha ido, no se donde.
-Edu... Se que sabes lo que pasó cuando... Marcos murió... necesito saber la historia.
-Natalia... y no...
-Edu ponte en mi lugar, piensa que yo soy la principal sospechosa -Se que le gusto -Y tu no sabes la historia... te gustaria saberla, ¿Verdad?
-Sí -Agachó la cabeza, y la levantó, para contarme -Marcos le llamó, dicendo que si no estaba en media hora, te pasaría algo malo a ti. Se presentó donde le dijo, y Marcos empezó a gritarle, y sin querer Hugo le empujó, y con tan mala suerte que se golpeó en la cabeza con una piedra, él no quería. Y Eric... quiso atacar a Hugo por la espalda, él se dio cuenta y... empezó a pegarle puñetazos. No se de que murió, pero prefirió cambiarle la ropa... y que pensasen que es él y mientras le daba tiempo a escapar. Pero no se ha ido todavia, por que quiere que vayas con él. Yo te quiero, pero él, te ama. -Me cogió de las manos. -Vete con él.

En ese momento Hugo entró por la puerta, y nos vio cogidos de la mano. Puso cara de enfado, y se pegó un puñetazo a la puerta. Y se puso a gritar como un loco. Yo me levanté y le abracé. Le susurré un "No te preocupes, me ha contado lp que pasó". Eso le tranquilizó un poco mas y me abrazó mientras me susurraba un "Lo siento niñata" y me dio un beso en el cuello.

-Hugo, tienes que descansar, mira que cara tienes, seguro que no has dormido nada.
-Tengo miedo.
-¿El chico duro tiene miedo?
-El chico duro se ha enamorado de una niñata.
-La niñata, quiere que el chico duro deje de peocuparse, por que pase lo que pase estará a su lado.
-Cuando hayais terminado avisais. -Dijo Edu lenvantandose, y yendose.

En cuanto se fue, Hugo me llevó a la habitación. Le miré con cara de preocupada. Ahora no... osea, es que como quiera... en fin ya sabes, no, no voy a poder. No tengo ganas. Entonces el sonrió y negó con la cabeza, para decirme que no ibamos a hacer nada de eso. Nos tumbamos en la cama, y él se durmió enseguida.
Yo me levanté, y al rato sonó la puerta. Esperaba que fuese Edu, así que abrí sin mirar. Eseguida me pegaron un tirón, y me sacaron de la casa, con la ropa que Edu me habia dejado. Cuando ya me sentaron en el coche pude ver que eran mi padre y Amalia.

-Dejarme volver.
-No. -Dijo mi padre. -Te dije que no queria que estuvieses cerca de Edu. Él sabe donde está tu hermano.
-Hermanastro. Papá yo le quiere. Y hoy me llevaras a casa. Pero mañana volveré a salir. Y el siguiente. Y el siguiente... NO VAS A CONSEGUIR QUE ME SEPARE DE HU... EDU.
-No. Por que mañana mismo coges un tren a Alicante.
-Pero si tengo el billete para aqui a dos semanas.
-Lo he adelantado.
-No me parece justo.
-A mi si que me lo parece. Eres solo.una niña. Adolescente. De 15 años. Y vas a hacer lo que yo te diga.
-Eres lo peor que hay en este mundo. Joder, no tienes ni idea, de nada. No me vuelvas a hablar en tu puta vida.
-Natalia, esa boca la controlas. -Me pegó una hostia.
-Olvidame. -Dije llorando.

En cuanto llegamos me bajé del coche, y me subí a mi habitación.
Cogí el teléfono y llamé a casa de Edu.



SE QUE ES CORTO, LO SIENTO, NO TENIA MAS TIEMPO. CUANDO PUEDA ESCRIBO MAS. No se cuando será.

martes, 13 de agosto de 2013

CAPITULO 17.

Cuando mi padre se fue, me tumbé sobre la cama. Lo que faltaba mi padre prohibiendo ver a mi hermanastro. Me di media vuelta, y me dormí. A abrir los ojos estaba Hugo a mi lado.

-¿Que haces aqui?
-Quería verte.
-Pero mi padre, y tu madre estan abajo.
-No se van a enterar.

Dijo acercandose poco a poco a mi. No pude resistirme y le besé.
Él sonrió, y mientras me besaba, se iba tumbando encima mia. Entonces me desabrochó los pantalones. Y en ese momento me miró a los ojos.

-¿Quieres....?
-Mas que nada, en este mundo.

Dicho eso me besó con mas ganas, y se quitó la camiseta. Me sonrió, y fue besandome, por el cuello, la mejilla, la boca... iba a levantarme la camiseta, cuando la puerta sonó. Amalia estaba llamando.

-Joder, no tenía otro momento. -Dijo Hugo con cara de fastidio
-Pero escondete que va a entrar.
-Está el pestillo puesto.
-Natalia, abre, ¿Con quien hablas?
-Con nadie Amalia ya voy.

Fui a abrir, y Hugo se metió debajo de las sabanas. A abrir me metí corriendo en la cama, para que pareciese que Hugo eran mis piernas. Y así fue.

-¿Que haces tapada?
-Es que tengo frio.
-¿En verano? Si estas sudando.
-Eso es por que estoy mala...
-Natalia, ¿que pasa?
-Nada... Amalia.

No me dio tiempo a nada mas, ella me quitó las sabanas.

-Hugo...
-Esto... Amalia, esto no es lo que parece...
-Claro... mi hijo está en la cama de mi hijastra, sin camiseta, y ella tiene el pantalon desabrohado, pero esto no es lo que parece. O me explicais ahora, lo que pasa o se lo cuento a tu padre, y que él tome medidas.
-No, vale... vale, te lo contamos. -Dije mirando a Hugo. Él asintió.
-Lo cuento yo. Cuando os fuisteis, y nos quedamos solos, y una cosa, nos llevó a otra y nos enamoramos, se que no debiamos, pero... mamá, entiendenos...
-¿QUE OS ENTIENDA? No puedo entenderos, por que mi hijo es un asesino. Y mi hijastra... Bueno contigo no tengo nada que decir pero... es que no se... no es facil de entender.
-¡QUE NO SOY UN ASESINO, JODER. NO TIENES NI PUTA IDEA, DE QUE PASÓ!

Dicho eso se fue, trepando como un mono por la ventana. Asi que yo me puse en pie, mirando a Amalia.

-Te has lucido joder. Venga, ahora corre y cuentaselo a mi padre, es lo unico que te falta hacer. Es tan bonito llamar a tu hijo asesino.

Y salí corriendo, tenía que hablar con Hugo. Joder son las 12 de la noche, si que he dormido. Pero eso da igual, lo importante ahora es encontrar a Hugo, me tiene que contar que pasó en la pelea. Me lo tiene que decir.
Cerré la puerta de mi casa, y fui en direcció a la casa de Edu, si no estaba ahí... no se donde podia estar.
En diez minutos me planté en su casa. Abrió la puerta y me vio llorando. Me abrazó.

-Ey... ¿Que te pasa Nat?
-¿Donde está Hugo?
-No... lo se. Esta vez va enserio.
-¿No ha venido aqui?
-No...
-Edu... ¿Te puedo pedir un favor?
-Lo que quieras princesa.
-¿Me puedo quedar a dormir aqui? No tengo donde ir, y no quiero volver a casa... Así espero aquí a que venga Hugo...
-Claro, pasa. ¿No tienes pijama?
-No...
-Tranquila, ya te dejo yo uno...

Entré y me senté en el sillón. A rato salió con algo de ropa. La cogí, y me fui al baño a cambiarme.

-¿Donde duermo?
-Metete en mi cama, ya dormire en el sofá.

Me metí en su habitación y me acosté en su cama. Enseguida me dormí. A pesar de haber dormido una siesta, tenía sueño, llevaba varias noches son dormir. Pero después de unas horas me desperté de unos gritos. Eran Hugo y Edu discutiendo. Pude escucharlo.

-¿¡POR QUE COÑO ESTÁ DURMIENDO, EN TU CAMA, ASÍ VESTIDA!?
-¡JODER TIO, QUE NO HA PADADO NADA, TE LO JURO, ADEMAS, SI HUBIESE PASADO ALGO, ¿Que mas te da? ES TU HERMANA!
-¡ES MI HERMANASTRA, Y LA QUIERO, JODER, ESTAMOS JUNTOS, ES MI NOVIA!

Al escuchar esa frase salí de la habitación restregandome el ojo. Me apoyé al marco de la puerta y les miré los dos, creo que me oyeron, y de giraron hacia mi.

-Eh princesa, ¿que haces despierta? -Me dijo Edu. Siempre me llama así. Hugo le miró mal.
-Mi pequeña, quiero decir mi niñata, vete a dormir que no son horas.
-Ven tu conmigo...

Entonces miró a Edu, con cara de "no hemos terminado esto" y nos metimos a la habitación.
Me dormí apoyada en su hombro, mientras él me acariciaba el pelo.

lunes, 12 de agosto de 2013

CAPITULO 16.

Después de dos dias, tres horas y cuarenta minutos, al fin he descifrado su mensaje. Puso el abecedario, y luego lo escribió al revés haciendo así que la A fuese la Z y la Z la A. La M es la M y la V es la V. Asi que ya tengo el mensaje. Dice: "Si lees esto quiero que sepas que estoy vivo, te veo en la estación el mismo dia que te vas a Alicante, TE QUIERO."
Eso quiere decir que estará bien.
Bajé al salon y estaban mi padre y Amalia llorando. Acaban de venir de identificar el cadaver. No era Hugo. Pero era Eric, el mejor amigo de Marcos. No se que coño habrá pasado, pero dos muertes... eso hace que Hugo esté en peligro.
Dos dias dan mucho para pensar. Así, que creo que ya se donde está Hugo.
Salí de casa. Me dirigí a casa de Edu, el mejor amigo de Hugo.
Al llegar aporreé la puerta.

-Edu, joder abre. Se que estas ahi. -Abrió.
-¿Que quieres princesa? -Dijo mirandome, y sonriendo de lado.
-Entrar. -Me senté en el sillón poniendo mis pies encima y acurrucandome en el.
-¿Por que estas aqui?
-¿Donde está Hugo?
-Muerto.
-No me jodas. Eh. Que ya he visto su nota y tu lo sabes. Sabes donde está.
-No. No lo se.
-Ah, entonces no está aquí. ¿no?
-Eh... no... -Dijo mirando a todos los lados.
-Ya.. entonces estamos solos... -Dije mordiendome el labio.
-Em... si...
-Entonces... podemos hacer lo que queramos... ¿No? -Dije acercando mis labios a los suyos.

No llegamos apenas a rozarlos cuando de la cocina salió corriendo Hugo.

-Joder Edu... ¿¡Hasta donde piensas llegar!?
-Es que está muy buena.
-Pero es mi novia.
-¿Tu novia?
-Mi hermanastra.
-Pero si tu la odiabas...
-Da igual eso, hostia, Edu, dejanos solos.

Se fue por la puerta de casa. Entonces yo me levanté y le abracé.

-No vuelvas a hacer esto.
-¿El que?
-Irte. Mentirme. Dejarme sola. Con una nota. Una nota que me costó adivinar. Por favor, Hugo, no lo vuelvas a hacer no aguanto estar lejos de ti. No puedo, te necesito en mi vida.
-Tu te ibas a volver a Alicante, de hecho te queda poco aqui. Y no... podia decirte que me iba a ver a Marcos, no me hubieses dejado, pero eso ya ha terminado, Marcos...
-Ha muerto, lo se. Pero... ¿Tu como sabias lo de Alicante?
-Se de sobra que solo venias a veranear, tu tambien me has mentido, no me dijiste que volverias. Pero eso da igual...
-Hugo... antes has dicho "pero eso ya ha terminado" ¿Que querias decir?
-Juré no decirlo, pero tenia que decirlo... sientate. -Así lo hice. -No se... como, eso aún lo estoy pensando, pero Marcos provocó el accidente de tu hermano...

Mis lagrimas empezaron a caer. Era como un grifo abierto, detras de una otra, sin parar de llorar, esa cabron juro vengarse y ha acabado con la vida de mi hermano, se merecia acabar muerto, el cabron ese.
Hugo me abrazó y me acarició el pelo.

- Lo siento mucho, se que hace poco mas de una semana y no querias recordarlo...
-Todo es mi culpa. Si no hubiese ido a aquella fiesta... nada hubiese pasado...
-No es tu culpa. Escuchame, la policia me busca por su asesinato, y si todavia no lo hace lo hará, alejate de esta casa, todo lo que puedas. Solo te pido una cosa. El dia que vuelves a Alicante, cuando tu padre te deje en la estacion, desviate de rumbo y vente conmigo, lejos de aqui. Cogeremos un tren que nos lleve a Barcelona, y de ahí nos iremos donde quieras... -Dicho eso me dio un billete de tren. -No te quiero obligar, hazlo, solo si quieres.

Le abracé. Y le di un beso. No le voy a dar respuesta ahora, tengo que pensarlo.
A ver, Natalia, solo tienes 15 años, y él 16. No te obliga ir a ningún lado, todo es voluntario... ¿Quieres? Joder es que no lo se. Yo le quiero a él,  pero solo somos dos adolescentes, nada puede salir bien...
Le besé antes de irme, y cogí el billete.
Llegué a casa, subí a mi habitación. Y al rato entró mi padre.

-Se que estais juntos
-¿Que? -Dije mirandole con los ojos abiertos.
-No te hagas la tonta. Se que estas con Edu. Alejate de él y de su entorno. Sabemos que él sabe algo de tu hermano.
-Hermanastro.
-De tu hermanastro, da igual. El caso, no vamos a buscar a tu hermanastro. No queremosno te acerques a ellos. Te pueden meter en problemas. Y no quiero que tu tambien... acabes mal.
-Tranquilo papá. No me acercare a ellos.
-Nat... han matado a dos personas, puedes acabar igual.
-Papá. Ya te lo he dicho, no me acercaré a ellos.
-Vale... aquí tienes el billete, en unos dias te vas...

Le sonreí. Y me besó en la mejilla.

viernes, 9 de agosto de 2013

CAPITULO 15.

No puede ser. No. No puede haber desaparecido, así por que sí. Tiene que haber alguna pista, en algún lugar donde... mi padre o Amalia no lo viesen, por si acaso a mi se me olvidaba.
Ah, claro. Se me olvidaba. La habitación de Pablo. Ahí seguro. Si. Mi padre nunca entraría allí, tal vez por miedo a estropearla. O tal vez...  le recordaría a él. Pero, no entraría. Así que seguro que Hugo dejó algo allí.
Así que me dirigí a su habitación. La abrí con cuidado. Su olor. El de mi hermano. Aún permanecía ahí. Entonces otra vez el aire frio recorriendo mi cuerpo, no me gustaba esa sensación, pero era mi hermano, supongo que era la única manera que teníamos de conectar. Se sentó sobre la cama.

-Como echo de menos tumbarme sobre esta cama y descansar...
-Por favor... Pablo, dime que ha dejado algo aquí.
-Acercate a la cama.

Así lo hice. Y ahi estaba. Una carta, con el titulo: "PARA MI NIÑATA" La abrí. Y empecé a leer.
"No te enfades. No llores. No me odies. Lo hago por ti. Y solo por ti. Si no vuelvo, que te quede claro que te quiero. Tal vez, cuando hayas encontrado esto, yo ya no esté a tu lado, y tal vez ya hayas descubierto que no está mi padre en el hospital, eso no es lo importante. Aquella llamada... Marcos. Él. Me dijo que nos teniamos que ver las caras, de lo contrario algo malo te pasaría. Y no. No puedo permitir que te vayas. No, eres mia. Allí donde yo esté, AHORA, seguiras siendo mia. Tal vez nunca vuelva. O tal vez un dia te sorprenda. Pero... que te quede claro, niñata, te quiero."

No pude evitar llorar. ¿Donde esta Hugo? Joder. Por tonta. No puede estar... no. No. ¡No!

Enseguida cerré la puerta. Bajé las escaleras y me fui a casa de Marcos. Pero en la puerta... ahí solo estaba la policia. Los padres de Marcos lloraban. Pude escuchar un poco de la conversación. El policia comentaba: "Lo sentimos, ha amanecido esta mañana el cadaver, junto a él habia otro joven, todavía no identificado..."
No joder. Dime que no es él. Por favor. Necesito que alguien me diga que no es él. No. No. No.
En cuanto la policia subió al coche yo me dirigí a comisaría. Tenía que saber si era o no él. Era mi oportunidad. El saber si él sigue vivo... o... no joder. No puedo decirlo. No. No puedo por que no es real. Joder. Solo ha pasado una semana desde lo de mi hermano, no puedo haberlo perdido a él también. Es imposible.

Llegué a comisaría. Y hablé con quien necesité, hasta que al final aceptaron que lo viese.
Entré en esa sala fría.
Daba miedo.
O asco.
O tal vez... escalofrío.
Y entonces lo hicieron, sacaron aquel cadáver, y lo destaparon.
Oh dios. Es horrible. Está lleno de barro. Y sangre. Es asqueroso. Pero esa... esa es la ropa con la que Hugo salió de casa... joder. No. No puede ser. No.
Pedí que lavasen la cara, tenía que reconocerlo.
Y así hicieron.
Por suerte, no era él.
Pero... eso me llevaba a preguntar, ¿Dónde está? ¿Por que quiere que piensen que el otro es él? ¿Quien es el otro?
Le pedí si me dejaban cinco minutos para despedirme del cadaver. Y así fue. Lo aceptaron.
Busqué por los bolsillos. Sabia que Hugo me habia dejado algo.
Al fin lo encontré. Y lo desenvolví.
Empecé a leerlo. Pero, no entendía nada.

"Gq nuug ugfk iequhk ieu gujzg ieu ugfkb vqvk, fu vuk ul nz ugfzxqkl un mqgmk wqz ieu fu vzg z Znqxzlfu, FU IEQUHK."

No se que quiere decir. Solo se que está vivo.
Me fui a casa. Me senté sobre el escritorio y comencé a investigar.
Tengo miedo de que no le vuelva a ver...

miércoles, 7 de agosto de 2013

CAPITULO 14.

-No te vas a salir con la tuya.
-O si...

Finalmente lo atrapé, de tal manera que los dos acabamos en el suelo, yo encima de él, y él debajo... Empezamos a reírnos, y la tostada se cayó bocabajo sobre la alfombra.  Al darnos cuenta enseguida nos levantamos.

-¿Y ahora que hacemos?
-No se... ¿Tu has visto algo? -Me guiñó el ojo. Ya sabía que quería hacer.
-¿Yoooooo? Nada... -Dije riendo.

Cogimos el desayuno, y nos salimos fuera. Justo entonces sonó el teléfono. Fue Hugo quien contestó, y por su cara pálida... me da a mi nada iba bien. En cuantó colgó se derrumbó.

-Hugo... ¿Que pasa?
-Mi padre... lo han ingresado en el hospital, está muy grave, ha vuelto a caer... en la droga... no creen que salga bien de ahi... tengo que ir a verlo...
-Tengo algo de dinero ahorrado, tengo de sobra para ir los dos...
-¡No! Iré yo solo, tu quedate aquí hasta que vengan ellos...
-Hugo... no lo entiendes...
-Si, si que lo entiendo, y es peligroso que tu vayas...
-¡NO, HUGO, NO VAYAS SIN MI!
-Tengo que hacerlo, niñata, mi niñata...

Se me llenaron los ojos de lágrimas, y me fui a mi habitación, al rato escuhé la puerta principal, cerrándose de un portazo. Se había ido, no había cogido ropa... pero por como miraba la casa... se iba al hospital ese donde está su padre ingresado, llevaba su cartera. Era la última vez que vería, yo en 19 dias me voy, y él hasta... por lo menos un mes no volverá. Este es el peor adiós que podía tener lo nuestro. Me tumbé sobre su cama a llorar. Todavía olía a él, y eso me hacía llorar más...
Me quité su pijama algo rabiosa, y me vestí. Solo quería que él tiempo pasase rápido.

SEIS DIAS DESPUÉS

Hoy vienen mi padre y Amalia... y Hugo no me ha llamado, no me ha dicho si está bien... o si está mal. No me ha dicho nada. Ni una llamada, y un mensaje, joder, parece que nunca le he importado...

-Hola cariño. -Ya ha llegado mi padre.
-Hola papá. -Dije con la voz apagada.
-¿Que pasa princesa?
-¿Que? Ah, no nada
-¿Donde está Hugo? -Dijo Amalia.

Me senté en el sofá, al igual que ellos, y se lo conté todo.
Bueno, todo no. No le conté lo que teníamos él y yo. Eso no se puede contar... ya sabeis. Es un secreto.

Enseguida Amalia llamó al hospital, donde supuestamente estaba el padre de Hugo.
Rapidamente le contestaron. Al colgar nos miró a nosotros.

-No. Hugo no está allí. Por que allí no han ingresado a nadie, con los datos de su padre...

Joder. ¿Donde puede estar? Me fui a mi habitación, cogí el movil. Miré el Whatsapp.
Última conexión 07.08.13 a las 12:16.
Justo cuando salió de casa.
Joder... Hugo... ¿Dónde estas?

CAPITULO 13.

No podía ser. No. Ósea, es que a mi hermano, solo puedo verlo yo. Y que ahora me diga Hugo que lo ve... enseguida me levanté de la cama y miré por la ventana. No estaba. No habia rastro de él.

-Hugo, no tiene gracia.
-¿Te crees que estoy de broma? Esto va enserio.

Me fui abajo. Al jardín. Hugo vino detrás mia. Me puse en medio del jardín, y justo entonces, empezó a llover. Era extraño, no era como una lluvia de verano, parecía algo provocado. Me puse justo donde decía Hugo, y de repente me debilité, no se como fue, solo recuerdo, que debajo de aquella, lluvia, en el jardín, perdí la consciencia. A los dos minutos, al abrir los ojos, Hugo me estaba llevando al sofá, juro, enserio, que no se que ha pasado. Pero sea lo que sea, no era mi hermano. Él no. Lo sé. Él no me haria daño. Y ese... lo que sea, me ha intentado hacer algo. Nada bueno.
Hugo me dejó sobre el sofá. Me vio con los ojos abierto y me acarició la mejilla.

-Eh, niñata, ya veras como enseguida estaras bien. Voy a por un pijama tuyo, y te lo cambias, este está mojado.

Justo cuando se fue, una vez mas, ese aire frio, y esa aparición. Mi hermano.

-¿Que me ha pasado?
-Te la han jugado. Alguien, ha cogido mi forma, y se le ha aparecido a Hugo...
-¿Por que Hugo ha podido verlo?
-Tiene sentimiento de culpa. Sea lo que sea quien ha hecho eso, busca hacer daño a Hugo. Y ha ido a su punto debil, tú. Y no van a parar hasta que Hugo, realmente lo pase mal...
-¿Hasta donde quieres llegar?

Cuando me lo iba a decir apareció Hugo, sonriendo, eso hizo que mi hermano desapareciera, y me dejase con la intriga, con las ganas de saber que me pasa. O que me va a pasar.
Hugo llegó hacia mí. Y me dio un pijama. No era mio, era suyo. Claro, se me olvidaba, solo tengo un pijama, y estaba mojado. Me cambié. Esta vez si dejé que él mirase, ya me daba igual, total, lo iba a hacer, tarde o temprano. Me iba a ver así, en menos de 20 dias... o tal vez no.

-Ese pijama te queda mejor a ti, que a mi.
-Uhmmm ¿Tu crees? -Dije riendome, y moviendome como si fuese modelo.
-Si. -Dijo riendose.

Entonces me cogió en su hombro, y me subió al piso de arriba. Me tiró sobre su cama, y se tumbó a mi lado. Me puso su mano sobre mi cuerpo, impidiendo así que yo me moviese, o intentase irme.

-Y ahora a dormir.
-Jo, Hugo, ¿Ahora?
-Es que no quieres hacer la otra cosa... Y tienes que descansar, tienes que coger fuerzas...

Cambió su postura y se quedó mirandome fijamente a los ojos. Me besó, y finalmente nos dormimos.

Ya de mañana. Al abrir los ojos él no estaba en la cama durmiendo. Asi que me levanté y empecé a buscarlo, por la casa sin hacer ruido.
Estaba en la cocina. Haciendo el desayuno. Le abracé por detrás, esta vez, mejor será no asustarle. La vida ya me ha dado suficientes golpes como para saber que no tengo que asustar a nadie...

-Buenos dias princesa.
-¿Me acabas de llamar princesa?
-¿No querrás que te llame siempre niñata?
-Es que ya me había acostumbrado. Llevo dos meses escuchando esa palabra...
-Vale, pero que quede claro, que también eres mi pricesa.
-Prefiero ser tu niñata...
Está bien...-Se giró y me besó. -Serás mi niñata... -Me volvió a besar.

Me senté encima de la encimera mientras miraba como hacia el desayuno.
Me encanta verlo así.
Pero solo me quedan 19 dias con él, y no se como decirselo.

-Ya está el desayuno hecho. -Dijo mientras ponía su cintura entre mis piernas.
-Llévame el desayuno a la cama...
-Pero si tu estás aqui.

Me bajé de la encimera, y corrí hasta la habitación de mi padre, que estaba en el piso de abajo. Y desde ahí le grité.

-¡YA ESTOY EN LA CAMA!

Y entonces apareció él con el desayuno. Tostadas con Nutella.
¿Verdad que es perfecto? El desayuno no, Hugo, eh. Me encanta.
Me puso la bandeja sobre mis piernas y se sentó a mi lado. Unté la Nutella sobre la tostada, e hice como si le fuese a dar a él, y cuando fue a morder se la quité, y mordí yo.

-Está buena... uhhhmmm...
-Niñata... -Me quitó la tostada. -¡Es mia!
-¿Que? No. Dámela.

Me quité la bandeja de encima y empezamos a correr por toda la habitación.

martes, 6 de agosto de 2013

CAPITULO 12.

-Venga ya, niñata, estas de broma.
-¿Te parece que esto es una broma? -Me acerqué y le besé.
Él me siguó el juego. Despues de dos meses... Espera... ¿¡DOS MESES YA!? Mierda. De aquí a 20 dias me vuelvo a mi casa. A mi tierra. M-I-E-R-D-A. Hugo no sabe nada, no sabe donde voy. Él piensa que me quedaré aquí, para siempre, y yo solo vendré dos meses y medio al año, joder...
Decidí hacer como si nada de eso fuese a pasar, como si... como si me fuese a quedar aquí.
Hugo me siguió besando.
Así hasta que acabamos en nuestra habitación.

-¿Tu cama o la mia?
-Desde la mia nos verán los de la calle.
-Tienes razón, mejor será en la mia.

Me tumbó sobre su cama, y me fue besando por el cuello, y poco a poco levantandome la camiseta.
Yo no se que hacer. Es mi primera vez. No se. Natalia, ¿Estas segura? ¿Quieres? ¿Ahora? ¿Con él? Piensalo. No se, hace dos dias os odiabais, y ahora... ¿Vas a dejar que él te quite la virginidad? No. Natalia no.
Mientras estas dudas ocupaban mi mente él ya se había quedado en ropa interior, y a mi en sujetador, entonces le frené.

-No puede ser...
-¿Que pasa? ¿Tienes la regla? ¿Te duele la cabeza? ¿Tienes senimiento de culpa? ¿O... es que...? No, eso no puede ser. ¿Verdad que no Natalia?

Le miré con cara de pena. Se dió cuenta. El problema es ese. Sí. Soy virgen.

-¿Me vas a dejar?
-¿¡POR SER VIRGEN!? Ni de coña te voy a dejar escapar, y menos por esa tontería. Lo haremos cuando estes preparada. Ven aquí tonta. Mi niñata. -Me abrazó.
-Te quiero.
-Y yo a ti, mi niñata.

Me encantaba que me llamase "Mi niñata" lo que empezó como un insulto, se convirtió en mi palabra favorita. No le quiero perder. No, ahora no. Me ha demostrado, que por mi lo que sea. Otros tios en su caso me habrian dicho: "O lo hacemos ahora, o lo dejamos". Y él lo que me ha dicho es que lo haremos cuando yo quiera. O cuando esté preparada, da igual como sea, pero el caso es que me esperará, ¿También me dirá eso cuando me vaya?

-¿Te puedo pedir una cosa?
-Siempre y cuando no tenga que ver con el sexo...
-Tonta... -ríe -Te quería pedir que durmieses conmigo.
-Uhm... eso si que lo haré.

Sonreí. Sonrió. Y me besó. No cenamos, pero tampoco teniamos mucha hambre. Me puse en pie, y me quedé mirándole.

-Tápate los ojos.
-¿Por qué?
-Por que me tengo que poner el pijama...
-No seas tonta, te voy a ver así un montón de veces.
-¿Y como estás tan seguro?
-Por que ahora te estoy viendo en sujetador y ni te has preocupado. -Dijo riendose.
-Imbécil.
-Pero me quieres.
-Está claro, eres mi imbécil. Pero tapate los ojos, jo.
-Esta bien... -Dijo poniéndose una mano sobre los ojos.
-No mires.
-No lo haré.
-Mas te vale.

Entonces me giré y me puse mi pijama azul de ositos, era muy gracioso. La verdad es que es un regalo de mi hermano, y no se, me apetecía llevarlo.

-Pues no se por que no querias que te mirase, si tienes un culo... PERFECTO.
-¿¡HAS MIRADO!?
-Pero solo un poco, así por encima, nada importante. -Dijo levantandose de la cama, y viniendo a abrazarme.
-Dejame imbécil. -Dije haciendome la enfadada
-Yo se que tu no te puedes enfadar conmigo. -Empezó a hacerme cosquillas.
-Ay, ay, ay, no, para, para, cosquillas no. -Dije riéndome.

Nos caímos en mi cama, y él seguía haciendome cosquillas, entonces, de repente paró. Se quedó mirando por la ventana. Algo pálido. Miraba embobado al jardín trasero.

-¿Que pasa?
-Tu... tu... tu hermano. Está ahí abajo.

lunes, 5 de agosto de 2013

CAPÍTULO 11.

Que no. Que está de broma tío. No puede ser. Nos miramos fijamente a los ojos, Hugo me fue a secar las lágrimas, yo me aparté.
Se mojó los labios con la lengua, tragó saliva, y empezó a hablar.

-Por favor, dame una oportunidad, déjame demostrarte lo que siento.
-Ya te la he dado, y me lo has dejado muy claro.
-No. He sido un idiota, y lo siento.
-Vete.

Se levantó y se fue. Oh vamos, si, que manera de demostrarme que me quiere, se va cuando le digo que se vaya, si me quisiera, debería saber que si le digo que se vaya es por que quiero que se quede. Idiota.

-¡PABLO, SAL DE DONDE ESTÉS, TENEMOS QUE HABLAR, VA!

Una vez más, la aparición. El mismo aire frío recorriendome el cuerpo. La misma imagen. La misma sonrisa. Mi hermano. Él, y solo él.

-Esto ya va enserio, dímelo, no estoy como para perder oportunidades, y paso de seguir igual de rayada, se que sabes lo que piensa, ¿me quiere?
-No. No te quiere, ese chico ha llegado al punto de enamorarse. No te quiere, por que está enamorado, hasta los huesos. Ni él se imaginaba que podía llegar a sentir tanto.
-¿Me estás mintiendo?
-¿Alguna vez lo he hecho?

Mi hermano, o lo que fuese, con el aspecto de mi hermano, me ha hecho comprender que, realmente me quiere, o bueno, me ama. Joder. NATALIA ERES TONTA. Subí al tejado, una vez me comentó que le encantaba mirar las estrellas desde ahí arriba  por que así puedes estar mas cerca de quien se fue, para no volver.
Allí estaba él. Mirando hacia arriba, no me escuchó llegar. Yo me senté a su lado.

-Dime que no la he liado. -Dije algo triste.
-No lo has hecho. -Dijo mirándome y sonriendo. -Si yo estuviese en tu lugar, no se como habría actuado.
-Lo siento.
-No lo sientas, quien lo siente soy yo. Fui un idiota. Quise obligarte a hacer algo que no querías...
-No es que no...
-No digas nada. Tal vez esto no funcione, tal vez no pueda haber un nosotros...
-Tal vez... -No. Mierda. No quería decir eso, joder. TONTA.
Se levantó y se fue y me quedé yo sola. Mirando al cielo. Si, Pablo, desde tu estrella me estás mirando, y se que piensas que tu hermanita es tonta. Dije hacia mis adentros poniendo una sonrisa falsa. VAMOS NATALIA.

-Bueno, desde mi estrella, o desde tu lado. ¿De verdad vas a perder la oportunidad de estar con alguien que te quiera? Natalia, para uno que encuentras, no lo pierdas.
-¿Como que para uno que encuentro? ¿Tan fea soy?
-No tonta. Pero, ten claro, que tu personalidad, tu forma de ser, sólo lo aguantamos quien mas te queremos.
-Eres el mejor. -Quise besarlo, pero me caí. Claro, se me olvidaba. Pablo no existe. Pablo es un... ¿Fantasma?
El caso es que me levanté y me encamine hacia Hugo.
Le giré.
Y me quedé mirando fijamente sus ojos, esos ojos preciosos que tiene.

-No pienso perder mas oportunidades.
-¿Que quieres decir?
-Joder, desde luego se nota que eres un tío. A ver. ¿Enserio piensas que no va a funcionar?
-No.
-Pues yo tampoco. Por que te quiero.

CAPITULO 10.

Bajé corriendo, tenía muy claro que quería hacer, y como.
Lo vi ahí, tan guapo, como siempre, estaba sentado en la silla, con la cabeza baja, era como que lamentaba algo. En cuanto me vió aparecer corriendo se levantó y sonrió. Seguí corriendo, hasta llegar a él, y salté a sus brazos.

-Entonces... ¿eso quiere decir que?
-Juntos donde sea.
-Te quiero.

Nos besamos. Me tiró sobre el sofá, tenía muy claro que quería hacer. Y yo no se si quería. No me atrevo, mi primera vez, asi de repente. No. No podía ser. Él. Yo, ahora. No me lo creo. Me estaba desabrochando los pantalones mientras me besaba en el cuello. Justo entonces sonó el timbre.
Los dos nos miramos fijamente y sonreímos a la vez. Las pizzas ya habian llegado. Se levantó, se abrochó el cinturón y abrió la puerta. Pagó las pizzas, y las puso sobre le mesa. Luego me miró, y vino hacia mí, me besó, y me empujó hacia el sofá.

-¿Dónde lo habíamos dejado?
-Ay, ahora no tengo ganas. Vamos a cenar.

Me levanté y se quedó a mis espaldas mirándome. Lo notaba, creo que me estaba mirando con cara de enfado. Así que me giré y le miré a los ojos.

-¿Que pasa?
-Niñata.
-Joder... ya empiezas, ¿que pasa? ah, claro, que si no se hace lo que tu dices, te enfadas. Tu, ni me quieres ni mierdas, tu lo que querías era follar. Ya te has reído de mi. Ya has conseguido enamorarme, y romperme el corazón. ¿Ya eres feliz?
-No es lo que tu piensas.
-Ya claro.

Me di media vuelta, y me fui a mi habitación, si, siempre me voy ahí, es como mi rincón de pensar. Si, ahi es como que me siento protegida, de toda la mierda que hay por ahí fuera. Sabía que nada de esto podía ser verdad, sabía que él no me quería, y aún así quise apostar por él. Natalia, eso te pasa por tonta.
Entonces, otra vez esa aparición. Mi hermano. Igual vestido. Con la misma sonrisa. Natalia, te estás volviendo loca, enserio, o eso, o es que tu hermano es un ángel guardián. Tu Ángel Guardián. Vi como se sentaba a mi lado.

-Soy tonta.
-No. No podías saber lo que pensaba.
-Pero tú si, joder, yo se que tu puedes.
-Pero, tienes que ser tu quien cometes tus propios errores, no puedo evitar que te hagan daño, por que si no te haces daño, por ti misma, no aprendes.
-Me han roto el corazón, y tu podías haberlo evitado.
-No podía. Ya lo entenderas. Ya entenderas, que por mas que quieras, nunca podrás proteger a quien quieras, cuando quieras. A veces, la mejor forma de aprender, es a base de golpes...

Justo entonces sonó la puerta. Era él. Hugo. Solo podía ser él. Yo estaba llorando. No quería que me viese. Pablo, ya no estaba allí conmigo, él, su espíritu, su fantasma, o su aparición, como se diga, había desaparecido.

-¿Que quieres? Joder, déjame en paz.
-La cena se enfria.
-¡MÉTETE LA PUTA CENA POR TU CULO, DESGRACIADO! -Me salió del alma.
-Voy a entrar.
-No.
-Si.

Después de ese "Si" entró. Y se sentó en el borde de la cama. Notó que estaba llorando. Y me acarició la pierna. Di una patada y enseguida retiró la mano. Y apoyó su brazo sobre mi pierna.

-Escuchame. No es lo que piensas. Es la primera vez que alguien me planta cara, que me grita, que me dice las cosas claras, que me hace putadas, y es que en estos dias juntos... joder  entiendeme, no es fácil, es la primera vez que me enamoro. Y joder, toda mi vida me he acostumbrado a ser yo quien manda, y que ahora, llegues tu, revolucionando mi mundo, pues hace que a veces me comporte como un idiota.
-Pues si "te he revolucionado" tu mundo, es simple, dejame en paz.
-No puedo, por que ahora mi mundo, eres tú.

No puede ser. No puede hablar enserio, vamos Hugo, estás de coña, esto es una puta broma tuya, otra vez, ¿no?

viernes, 2 de agosto de 2013

CAPITULO 9.

No. Otra vez. En el mismo círculo, él besándome. Ya verás, de aquí nada puede acabar bien, me dirá que todo fue por que estaba mal, o no se que, a saber que historia se montará después del beso.
Así que decidí separarlo de mi. Y me fui a mi habitación.
Él vino detras.
¿Que quiere? Joder. Que pesado. Si no le he importado ni una mierda en todo el este tiempo, ¿que busca ahora?

-¿Que quieres?
-A ti. -Dijo acercándose poco a poco.
-Dejate de tonterías.
-Es la verdad.
-Si soy una niñata.
-No. Eres mi niñata.
-Mira, dejalo.

Me fui a la sala de estar. Encendí la TV y me quedé dormida.
Al abrir los ojos, apenas veinte minutos después ahí estaba él mirandome.

-JODER, QUE SUSTO ME HAS DADO.
-Perdón... No era mi intención.
-Hugo ¿que quieres? Me das miedo.
-Tu padre y mi madre van a estar una semana fuera, no pueden entrar aqui, se les viene el mundo encima...
-¿Queeeeeee? Madre mia... están locos.
-Ya. Oye niñata, ¿que quieres cenar? -Me guiñó el ojo.
-Pizza.
-Pues... no hay nada hecho. Todo lo tenemos que hacer nosotros, así que levanta ese culo, niñata.
-Noooooooooo
-Siiiiiiiiiií

Al final me levanté, y nos fuimos los dos a la cocina.
Hicimos la masa, y empezamos a darle forma, entonces él me manchó de harina, yo le rompí un huevo (DE GALLINA, SIN MAL PENSAR) en la cabeza...

-Te vas a cagar niñata. -Decía mientras se reía.
-No, no, no, ni se te ocurra. Hugo no.

Se acercó a mi sonríendo, pero una sonrisa maligna, ay, que miedo.
Entonces empezó hacerme cosquillas. Yo me reía, entonces nos caímos al suelo. La risa paró de golpe. Nos mirábamos fijamente a la cara, tenía intención de besarme. Entonces le paré los pies. Bueno, lps labios.

-Tenemos que poner las pizzas al horno...
-Si... tienes razón -Dijo bajando la mirada y levantandose.

Pusimos las pizzas al horno, y yo me fui al sofá, y él a la ducha
Al rato me acordé de las pizzas, pero, demasiado tarde. El horno expulsaba humo negro, y no poco. Enseguida llamé a Hugo.
Él salió corriendo del baño.

-Hostia... ¿que ha pasado?
-Soy un desastre...
-No. Es culpa mía...

Apagó el horno, abrió puertas y ventanas, y entoces me miró, creo que notó que mis ojos estaban llenos de lagrimas, a punto de llorar.

-Ehh, fea no llores, ya está.

Entonces me abrazó. Oh mierda iba en toalla. Joder, está bueno el niño.

-Lo siento.
-No lo sientas, es culpa mia. Voy a vestirme, y cenamos.

Se metió en el baño, a los cinco minutos salió del baño, oliendo a One Milion. DIOS. ME ENCANTA ESE OLOR. Además llevaba desodorante Axe. Nunca habia olido asi.

-¿Tu desde cuando hueles asi de bien?
-Ni que oliese mal.
-Pero siempre te echas otra, no la de One Milion...
-Es que se que te gusta.
-Mira, dejate con esa broma de que te gusto. Ya. Fin. Vamos a cenar.

Asintió y puso las pizzas en los platos. Las puso sobre la mesa y yo puse los vasos y la bebida.

-Tampoco pueden estar tan malas, ¿no? -Dijo sonriendo
-Eso espero...

Nos sentamos, cogimos un trozo cada uno y a la vez nos lo comimos.
Nos miramos con cara de asco, y nos empezamos a reir.

-Voy a llamar a la pizzeria
-Será lo mejor... voy a limpiar esto un poco.

Marqué el telefóno. Me dijeron que en veinte minutos estarían ahí. Volví a la cocina, me acerqué a Hugo por la espalda y le grité al oido. Me apetecía asustarle.
Pero no salió muy bien. Del susto movió el codo, de tal manera que me dio un golpe en el labio. Me caí al suelo, entonces él se limpió las manos y se agachó.

-Lo siento, lo siento, lo siento.
-Hostia puta, me duele.
-A ver... quitate las manos... buf.. lo tienes muy mal, eh, solo se me ocurre una cosa para curartelo...
-¿El que? Dime que no me va a...

Me dio un beso. Esa era su manera de curarmelo. ¿no? Pues ya no puedo mas, no puedo seguir resistiendome. Esta vez no. Así que decidí seguirle el juego.

-Entonces... ¿Ya me crees cuando te digo que te quiero?
-¿De verdad lo decias enserio?
-Lo juro. Por favor, dime que tu tambien lo sientes...
-Es que...
-Dilo, di si o no. Si es si, te prometo que será para siempre, si es no... no te volveré a molestar.
-Es que no es facil, joder.

Me fui corriendo a mi habitación.
Si o no. Parece una decisión facil, pero no lo es. Es difícil. No es lo que querría mi hermano. No creo que se sienta orgulloso, si empiezo algo con Hugo.
Justo entonces tuve como una visión, no se, algo comlicado. Fue cerrar los ojos y entoces... verlo ahí, él, Pablo, como un ángel, vestido de blanco, muy blanco, estaba precioso, guapisimo, con esa sonrisa.
No me asusté, se que nada malo me puede pasar si él está cerca.

-¿Que hago? Quiero que te sientas orgulloso de mi. -Le decía. No se lo habia contado, pero sabia de sobra que él, conocía la historia.
-No te sientas culpable, pequeña, sabes que si es tu felicidad, allí donde esté yo me siento orgulloso, orgulloso de que cumplas tu sueño, orgulloso de que apruebes, incluso orgulloso de que estes con la persona a la que quieres, aunque a mi no me guste. Todo lo que decidad por ti misma, será un orgullo para mi.

Esas palabras me hicieron llorar con los ojos cerrados. Tengo clara mi respuesta. La tengo muy clara.

CAPITULO 8.

Es triste. Es un dolor espantoso. Pero ya esta, ya se ha ido. Y nunca volverá. Nunca. Lo he perdido, para siempre. Y juro que este dolor, ese vacío, esas ganas de llorar. De gritar, de golpear las cosas... es una puta mierda, es algo que nadie debería sufrir. Nadie, te quedas con ganas de decirle lo que sientes, de abrazarle una ultima vez, te sientes inútil, que no hiciste todo cuanto podías, que no fuiste la hermana perfecta, te sientes una mierda, por que sabes que le quedaba mucha vida por delante, y te quedas "¿Por que no fui yo?" Y es que... prefieres irte tu, a que se vayan otros. Y encima mi sentimiento de culpa me mata. Y saber que mi ultima palabra fue un simple "No..." EN DOS PUTAS SEMANAS NO LE DIJE NI UN TE QUIERO, NI UN HOLA, NI NADA, y lo peor es que no se por que, joder. Seguro que se fue pensando que le odio. Y no es así, joder, le quiero. LE QUIERO. Es mi hermano. 
El funeral.
Se me parte el corazón al ver a mi padre llorando, con la cabeza sobre el ataúd, cogiendo su mando, como si en cualquier momento fuese a despertar, pero no es así, se ha ido. Y no volverá. Es la primera persona que se va de mi vida, y se ha lucido, se ha ido a lo grande, joder. Para siempre. Los odio. Odio los para siempre, solo en la muerte se cumple un "para siempre". ¿Pero que mierda es esta? ¿Por que coño nacemos, si a la mínima que nos damos un puto mal golpe nos morimos? Debería estar prohibida la muerte en las personas maravillosas, P-R-O-H-I-B-I-D-A.
Y además, verlo, ahí, tan blanquito, tan serio, es como si estuviese durmiendo, como si en cualquier momento abriese los ojos.
Me acuerdo, cuando yo tenia cinco años... Recuerdo entrar en su habitación y quedarme embobada mirándolo, entonces él se despertaba y me tiraba la almohada en la cabeza, de broma. Entonces yo me tiraba encima suya, y me ponía a gritarle: Felicidades tete.
Teníamos la misma edad, mellizos, entonces él me hacia cosquillas. Y me decía un: Que también es tu cumple feaaa
Entonces nos reíamos, él siempre se ha comportado de manera mas madura, nunca fue un niño irresponsable. 
Y ahora ya no está aquí... ya no.
Le di un ultimo adiós, y... me mandaron a casa, no podía seguir, no podía continuar viéndoles llorar, todos lloraban.
Y eso a mi me dolía.
Mi padre le dijo a Hugo que me llevase a casa, lo necesitaba.
Necesitaba descansar, dormir un poco, en las ultimas 48horas no he dormido ni 5 minutos seguidos. Decidió coger la moto.
Pero entonces yo le frené. Creo que entendió a la perfección, lo que le quería decir, no podía subir a una moto después de... en fin, ya sabéis, entonces él sonrió y me abrazó.

-Se lo mucho que quieres a tu moto... pero...
-No te preocupes, lo entiendo.
Me pasó lo mismo cuando...


De repente se cayó, no dijo nada, como si hubiera estado a punto de confesar algo... que no debía...

-Hugo... ¿que pasa?
-Camina.
No pasa nada.
Caminamos un buen rato.
-Mira...
Hugo, yo se que pasa algo... no me chupo el dedo, puedes contármelo.


Me cogió del brazo y puso mi espalda contra la pared de una finca, y apretando el brazo, cada vez mas, y con cara de enfadado me dijo

-Mira, ya te he dicho que no pasa nada, así que deja ya de insistir, niñata.


Por suerte mi casa estaba al lado. Mis ojos se llenaron de lágrimas y me fui a mi casa, corriendo.
Detrás entró él.
Yo me metí en el baño y cerré la puerta con cerrojo.
Él se quedó en el otro lado, aporreando la puerta. Y gritando.

-Por favor,
Natalia abre, te lo explicaré todo.
-Dejame en paz.
-Mira, te lo voy a contar.
Cuando yo tenía cerca de unos 12 años, mi padre se encargaba de llevarme a todos los sitios, de viaje, de excursión, en las quedadas con los amigos... El caso es que casi siempre que nos íbamos por
Andalucía, un día, me quedé en el hotel, sin que él se diese cuenta, desde mi escondite lo vi, vi como le pasaba droga a unos tíos, y luego éstos le apuñalaban. Salió vivo de allí, y ahora vive en
Irlanda, lejos, en un piso de mierda, desintoxicandose, yo puedo ir cuando quiera... pero desde que vi eso... no puedo ir a los hoteles...

Joder, que historia, después de eso solo se me ocurrió abrir la puerta. Le miré a los ojos.

-Lo siento...


Le abracé. Cada vez mas fuerte.
Al principio él no se movía, ni decía nada, pero después me abrazó. Notaba como sus lágrimas caían sobre mis hombros.
Entonces nos separamos.

Le sequé las lágrimas.
Nos quedamos mirando fijamente.
Entonces fue él quien me secó las lágrimas a mi.
Nos volvimos a mirar fijamente, y esta vez poco a poco nos acercamos. Me acabó besando.