No podía ser. No. Ósea, es que a mi hermano, solo puedo verlo yo. Y que ahora me diga Hugo que lo ve... enseguida me levanté de la cama y miré por la ventana. No estaba. No habia rastro de él.
-Hugo, no tiene gracia.
-¿Te crees que estoy de broma? Esto va enserio.
Me fui abajo. Al jardín. Hugo vino detrás mia. Me puse en medio del jardín, y justo entonces, empezó a llover. Era extraño, no era como una lluvia de verano, parecía algo provocado. Me puse justo donde decía Hugo, y de repente me debilité, no se como fue, solo recuerdo, que debajo de aquella, lluvia, en el jardín, perdí la consciencia. A los dos minutos, al abrir los ojos, Hugo me estaba llevando al sofá, juro, enserio, que no se que ha pasado. Pero sea lo que sea, no era mi hermano. Él no. Lo sé. Él no me haria daño. Y ese... lo que sea, me ha intentado hacer algo. Nada bueno.
Hugo me dejó sobre el sofá. Me vio con los ojos abierto y me acarició la mejilla.
-Eh, niñata, ya veras como enseguida estaras bien. Voy a por un pijama tuyo, y te lo cambias, este está mojado.
Justo cuando se fue, una vez mas, ese aire frio, y esa aparición. Mi hermano.
-¿Que me ha pasado?
-Te la han jugado. Alguien, ha cogido mi forma, y se le ha aparecido a Hugo...
-¿Por que Hugo ha podido verlo?
-Tiene sentimiento de culpa. Sea lo que sea quien ha hecho eso, busca hacer daño a Hugo. Y ha ido a su punto debil, tú. Y no van a parar hasta que Hugo, realmente lo pase mal...
-¿Hasta donde quieres llegar?
Cuando me lo iba a decir apareció Hugo, sonriendo, eso hizo que mi hermano desapareciera, y me dejase con la intriga, con las ganas de saber que me pasa. O que me va a pasar.
Hugo llegó hacia mí. Y me dio un pijama. No era mio, era suyo. Claro, se me olvidaba, solo tengo un pijama, y estaba mojado. Me cambié. Esta vez si dejé que él mirase, ya me daba igual, total, lo iba a hacer, tarde o temprano. Me iba a ver así, en menos de 20 dias... o tal vez no.
-Ese pijama te queda mejor a ti, que a mi.
-Uhmmm ¿Tu crees? -Dije riendome, y moviendome como si fuese modelo.
-Si. -Dijo riendose.
Entonces me cogió en su hombro, y me subió al piso de arriba. Me tiró sobre su cama, y se tumbó a mi lado. Me puso su mano sobre mi cuerpo, impidiendo así que yo me moviese, o intentase irme.
-Y ahora a dormir.
-Jo, Hugo, ¿Ahora?
-Es que no quieres hacer la otra cosa... Y tienes que descansar, tienes que coger fuerzas...
Cambió su postura y se quedó mirandome fijamente a los ojos. Me besó, y finalmente nos dormimos.
Ya de mañana. Al abrir los ojos él no estaba en la cama durmiendo. Asi que me levanté y empecé a buscarlo, por la casa sin hacer ruido.
Estaba en la cocina. Haciendo el desayuno. Le abracé por detrás, esta vez, mejor será no asustarle. La vida ya me ha dado suficientes golpes como para saber que no tengo que asustar a nadie...
-Buenos dias princesa.
-¿Me acabas de llamar princesa?
-¿No querrás que te llame siempre niñata?
-Es que ya me había acostumbrado. Llevo dos meses escuchando esa palabra...
-Vale, pero que quede claro, que también eres mi pricesa.
-Prefiero ser tu niñata...
Está bien...-Se giró y me besó. -Serás mi niñata... -Me volvió a besar.
Me senté encima de la encimera mientras miraba como hacia el desayuno.
Me encanta verlo así.
Pero solo me quedan 19 dias con él, y no se como decirselo.
-Ya está el desayuno hecho. -Dijo mientras ponía su cintura entre mis piernas.
-Llévame el desayuno a la cama...
-Pero si tu estás aqui.
Me bajé de la encimera, y corrí hasta la habitación de mi padre, que estaba en el piso de abajo. Y desde ahí le grité.
-¡YA ESTOY EN LA CAMA!
Y entonces apareció él con el desayuno. Tostadas con Nutella.
¿Verdad que es perfecto? El desayuno no, Hugo, eh. Me encanta.
Me puso la bandeja sobre mis piernas y se sentó a mi lado. Unté la Nutella sobre la tostada, e hice como si le fuese a dar a él, y cuando fue a morder se la quité, y mordí yo.
-Está buena... uhhhmmm...
-Niñata... -Me quitó la tostada. -¡Es mia!
-¿Que? No. Dámela.
Me quité la bandeja de encima y empezamos a correr por toda la habitación.
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