CAPITULO 3.

Sonó el timbre y fui corriendo a abrir.

En la puerta, plantado había un chico. Alto, de ojos verdes, y la verdad... estaba bueno... ¿Quien era? ¿Que quería?

-¿Quien eres? -Dijo mirándome con cara rara.

-¿Y tu?

-Soy Hugo, el hijo de Amalia, tengo 16 años, ¿Y tu quien coño eres?

-Natalia.

-Ah, que guay, ¿Me dejas entrar ya? quiero ir a mi habitación.

Al decir eso me empecé a reír. ¿Su habitación? ¿Que coño se piensa que es aquí él?

-Claro... pasa, pasa... -Dije sin parar de reír.

-¿Que te pasa a ti niña?

-A mi... nada. Ya lo veras tu solito.

Subió a la habitación. Yo subí detrás suya, quería saber la cara que pondría cuando vise a mi hermano en "su cama". Pero la sorpresa también me la llevé yo.

(Antes de la llegada de Hugo)

Estábamos solos en casa, yo tumbada en el sofá, y al lado Sara.

Mi hermano en su habitación.

-Me voy al baño... -Dijo Sara levantandose.

No me extrañó. Así que yo seguí viendo la tele. Y entonces sonó le timbre.

(Actualidad)

Mi hermano y mi mejor amiga, se estaban liando. En "la cama de Hugo" que ya era de mi hermano...

-¿Quien coño sois?

-Eh tu niñato.

-Hugo.

-Bueno, pues tú Hugo, un respeto. Yo soy Pablo, y esta es mi habitación.

-Ni de coña niñato, esta es mi habitación.

Pablo se levantó de la cama. parecía que le iba a pegar a Hugo. Entonces éste se le adelantó y le pegó un puñetazo. Pablo cayó al suelo. Y enseguida se levantó.

Se encaminó para pegarle, entonces Sara le cogió por detrás.

-No Pablo...

-¿Tu de que coño vas niñato? -Le dije girándole hacia mi.

-Callate tu niña.

-Va pegame a mi también.

Entonces sonó la puerta, como se abría y la cerraba. Mi padre subió corriendo, y vio a mi hermano sangrando.

-¿¡Pero que es esto!? -Gritó mi padre.

-Tu querido Hugo, si, el hijo de tu amada novia, me ha pegado, por la puta habitación. -Dijo mi hermano algo cabreado.

-Ya basta con esto. Esto será así. Como los chicos no podéis compartir habitación, sacaremos la cama desplegable y Sara dormirá con Pablo, y Natalia con Hugo. Fin de la discusión.

-Pero...

-Natalia, a callar. Duermes con Hugo he dicho. Dormiréis juntos hasta que se acabe el verano.

-No me jodas, ¿Y la mierda de niño de queda con mi habitación?

-A lo que llamas mierda, es mi hijo, y en mi casa, mis normas, ¿o prefieres que te mande a vivir con tu padre?

-Eso lo tendría que decidir mi madre.

-Mi casa mis normas.

Hugo agachó la cabeza y se fue. Cuando mi padre desapareció por la puerta mi humano se levantó y me chocó la mano.

-Lo conseguimos enana.

-¡Que somos de la misma edad!

-Ui lo siento. -Dijo. Entonces se giró y besó a Sara.

-¿Estais juntos?

-Si. -Dijo mi hermano.

-No. -Dijo Sara al mismo tiempo.

-No me rayéis. ¿Estais o no?

-Esto... ya lo hablaremos. -Dijo mi hermano echándome de la habitación y cerrándola, quedandose los dos dentro solos.

-¡A ver que hacéis!

-¡Tranquila que la virginidad no me la quita! Un poco difícil quitarme lo que no tengo.

-¡Anda que la otra...!

Riéndome me fui a mi habitación. Mierda se me olvidaba, el Hugo este... en mi habitación.

-La cama de al lado de la ventana es la mía.

-Pues ya no.

-Vete de ahí.

-Obligame.

Me encaminé. La verdad es que durante un tiempo estuve yendo a ver a mi hermano a entrenar y pues... hacia algunas pesas.. jaja el caso.

Cogí de debajo de la cama y la giré. Hugo se cayó al suelo y se quedó un poco alucinando. Entonces yo me tumbé en la cama. le solté un "Te dije que era mía" y me quedé mirando a la ventana. Escuche decir un "Princesita de pacotilla." Sabia que le había oído pero le ignoré. No me interesa lo que diga ese niñato. Que si, está muy bueno, pero es un estúpido. Y no. No voy a aguantarlo. ¿Todo el verano con esto? JA, JA, JA. A ver quien aguanta mas. Esto es la guerra.

Sin darme cuenta me dormí con mi pensamiento.

Y al despertar... ¿Que cojones...? Mis sabanas estaban manchadas de no se... ¿Miel? que asco. Tenia miel por todas partes.

Joder. Puto Hugo joder. De verdad, mas le vale dormir con los ojos abiertos.

Cogí las sabanas y las tiré a lavar. Espero que se vayan.

Al fin anocheció. Y... perfecto mi padre ha decidido ver una película de miedo en familia. Veras tu.

Nos sentamos todos al rededor. Vi como Sara apoyaba su cabeza sobre el hombro de Pablo. Si. Están juntos. Digan lo que digan. Yo me senté en el sofá que estaba suelto.

Mi hermano y Sara estaban en el suelo.

Mi padre y Amalia en el sofá juntos también.

Yo tenia las piernas estiradas sobre el sofá. Y llegó Hugo y se tiró encima de ellas.

-Joder, cabrón.

-Naaaaaatalia. Esa boca.

-Ay, no papa, que casi me parte las piernas el niñato de mierda.

-Sht, a callar todos que ya empieza.

Justo entonces decidí subir a mi habitación. La que tenia que compartir con Hugo.

-Muy bien, Charly... te toca...

Charly es mi serpiente. Es inofensiva pero da asco. Y la metí en su cama. Veras tu niño...

Y luego bajé. Él estaba tumbado, ocupando todo el sofá. Así que esta vez me tocaba a mi. Me tiré yo encima de sus piernas. Y se las aplasté.

Vale. No. No se las aplasté por que no peso. Entonces si que me hubiese haber estado gorda.

El sonrió victorioso ya que no le había hecho nada. Pero tranquilo chulito de barrio... tranquilo... ya veras esta noche quien se ríe mas.

La película empezó. La verdad es que siempre he sido muy miedica...

Cuando la película iba mas o menos por la mitad salió una cosa muy fea gritando. Así que me asusté. Y sin darme cuenta, no se si fue él o fui yo, acabamos Hugo y yo cogidos de la mano.

Mierda. No. No. Y no. Joder. Que asco.

Enseguida la solté y me fui a la habitación. Cogí el ordenador y me contesté a Tuenti. Ahí me quedé el resto de la noche. Hasta que cansada me dormí.

Un terrible grito, que parecía de chica me despertó.